Personalidad ¿Qué son los rasgos y trastornos?

 

Hay una gran variedad de trastornos mentales, cada uno de ellos con manifestaciones distintas. En general, se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás.

Muchas veces escuchamos a las personas comentar sobre otros: “Que mucha personalidad tiene”, “le falta personalidad” o “fulanito no tiene nada de personalidad”. Pero ¿Qué es lo que realmente sabemos de la personalidad?

 

Definamos la Personalidad

Bermúdez (1996), la define como una “organización relativamente estable de características estructurales y funcionales, innatas y adquiridas bajo las especiales condiciones de su desarrollo, que conforman el equipo peculiar y definitorio de conducta con que cada individuo afronta las distintas situaciones”, es decir, que la personalidad es una construcción que inferimos de la conducta de las personas. Comprende una serie de rasgos característicos del individuo, además de incluir su forma de pensar, ser o sentir. 

 

Ahora, ¿Qué son los RASGOS de personalidad?

La personalidad permite construir una identidad propia para adaptarse al mundo y al entorno. Caracteriza a las personas y las hace únicas. Incluye rasgos tanto positivos como negativos (considerados así socialmente), como por ejemplo la empatía, la solidaridad, el enojo, el optimismo, el pesimismo, la alegría, el malhumor, la sinceridad, la honestidad, el rencor, sentido del deber, autodisciplina, etc.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales conocido por sus abreviaturas como el DSM-5 (2014) define los rasgos de personalidad como “patrones persistentes del modo de percibir, pensar y relacionarse con el entorno y con uno mismo, que se muestra en una amplia gama de contextos sociales y personales.

 

¿Cuáles son los elementos del funcionamiento de la personalidad?

El DSM-5 en la Sección III describe los elementos del funcionamiento de la personalidad en:

PERSONAL (SELF)

  1. Identidad: la experiencia de uno mismo como único, con límites claros entre el yo y los demás, la estabilidad de la autoestima y la exactitud de la autoevaluación; capacidad y habilidad de regular una amplia gama de experiencias emocionales.
  2. Autodirección: persecución de objetivos y meta coherentes y significativas a corto y a largo plazo de la vida; uso de normas internas de comportamiento constructivas y prosociales¸ capacidad de autorreflexionar productivamente.

INTERPERSONAL

  1. Empatía: comprensión y valoración de experiencias y motivaciones de los demás; tolerancia de los diferentes puntos de vista; discernir los efectos de la propia conducta en los demás.
  2. Intimidad: la profundidad y la duración de la relación interpersonal con los demás; el deseo y la capacidad de cercanía; reciprocidad de la relación reflejada en el comportamiento interpersonal.

 

Entonces ¿Cuándo hablamos de un TRASTORNO de Personalidad?

Hablamos de trastornos cuando observamos dificultades marcadas en el funcionamiento personal o interpersonal antes mencionado pudiendo identificar rasgos patológicos de personalidad que se organizan en 5 grandes ámbitos: afecto negativo, desapego, antagonismo, desinhibición y psicoticismo.

La perspectiva actual de los trastornos de personalidad que aparece en la sección II del DSM-5 (2014), también nos menciona los siguientes criterios para hablar sobre un trastorno general de la personalidad:

  1. Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto que se manifiesta en dos (o más) de las siguientes áreas:
    1. Cognición: forma de percibir o interpretarse a uno mismo, a otras personas o a los acontecimientos.
    2. Afectividad: el rango, la intensidad, la labilidad y la adecuación de la respuesta emocional.
    3. Funcionamiento interpersonal.
    4. Control de los impulsos.
  2. El patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales.
  3. Provoca malestar cínicamente significativo o deterioro de la actividad social, laboral o en otras áreas importantes.
  4. Es est y de larga duración2C remontando su iniio a la adolescencia edad adulta temprana.
  5. No se explica por otro trastorno mental.
  6. El patrón no es atribuible a los efectos fisiológicos de una sustancia o afección médica.

 

¡Consultá SIEMPRE con un profesional!

La elevada prevalencia de estos trastornos, junto con el infradiagnóstico clínico, son algunos factores que ensombrecen el pronóstico de estos pacientes. Las consultas tempranas ¡Siempre tienen mejor pronóstico!

En algún punto de nuestras vidas, todos podemos sentirnos sobrepasados por la situación en que estamos y en la necesidad de pedir ayuda para resolverla. Sin embargo muchas veces solemos buscar en internet información poco confiable o nos demoramos en pedir ayuda debido a que no sabemos en qué criterios basarnos para tomar la decisión.

 

Por ello, para acompañamiento, apoyo, orientación o cualquier consulta referida a la Salud Mental escribinos al 3704868861 o ponte en contacto con cualquiera de nuestras redes sociales por Facebook: LibellaFormosa o Instagram: libellafsa.

No estás solo, no estás sola ¡Estamos con vos! 

 

Lic. Yessica Müller – Presidenta de la Fundación LIBELLA – “Asistencia y Gestión en Salud Mental”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                    

 

Referencias Bibliográficas:

American Psychiatric Association (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Washington DC: APA.

 Bermúdez, J. (2003). Psicología de la personalidad. Teoría e investigación (vol. I y II). Madrid: UNED